Un día tonto

Un fin de semana tranquilo, sin preocupaciones ni sobresaltos, con planes sencillos y tiempo para la dispersión. Y llega el domingo por la mañana y abro los ojos con una sensación extraña y me levanto sin mucho ánimo no sé muy bien por qué. Doy vueltas por la casa sin ruta ni tino y cuando atino a darme cuenta me niego a reconocer las señales. ¿Será esa desazón de domingo con pinceladas de indicio de lunes?

Y conforme las manecillas del reloj avanzan me abate darme cuenta que hoy voy a tener "un día de esos" en los que sin motivo aparente amanece gris, sin color, lleno de manchurrones. Un día torcido que pasa a paso lento, aletargado y moribundo. Un día tonto que no entiende ni de día de la semana, ni de mes, ni de año, ni de estaciones.

Es como un invierno dentro de un invierno sin fin. Un día de esos de sangre de horchata donde ni subes ni bajas, donde no sientes ni frío ni calor, aunque el cartel luminoso que está frente a tu ventana te diga que el asfalto hoy se derrite. Pero puede ser que el día sea el que esté tonto y me tenga atrapada a mí.

"*Hoy no tengo ganas de zarpar, no tengo ganas de quedarme quieta, no tengo ganas de decir que sí, ni ganas de comerme la cabeza.

Hoy no tengo ganas de llorar, no tengo ganas de soñar despierta, no tengo ganas de tirar de mí, ni ganas de dormir a pierna suelta.

Hoy no tengo ganas de escalar el cielo, no tengo ganas de aguantar problemas, no tengo ganas de restar batallas, no tengo ganas de sumar más guerras.

Hoy me he levantado de la cama con la pierna izquierda, hoy no salgo al mundo ni a empujar la Tierra, qué daría porque el día no me fuera indiferente, hoy no soy persona para estar con gente."

Y así pasan las horas sin ocupación que precise una gran concentración, evitando personas escabrosas, sin tener conversaciones transcendentales. Es más, hablando lo justo y necesario y dejando para mañana todo. Y si algo inevitable tiene que pasar, que pase, pero hoy pasará sin pena ni gloria.

Me tomaré lo que queda de día con calma y filosofía que mañana será otro día. Y lo mejor de "*un día tonto, por lo pronto, es que a lo tonto pronto pasará."

*Con el día tonto. Rosana.