(Des)Propósitos de Navidad y Año Nuevo

Ya estamos en Navidad ¡por fin! Y no, no lo digo porque a mí la Navidad me guste, lo digo porque ya llega el descanso. Y es que pasado "El Puente de Diciembre" nos metemos de pleno en los preparativos de la dichosa Navidad, como si no hubiese un mañana y como si fuese algo en lo que no tenemos nada de práctica y no sabemos cómo abordar. ¡Pero si todos los años es lo mismo! Comida y más comida, ¡si todos los años es el mismo menú! Pavo, cordero, marisco, patés, quesos, vinos, cavas, bombones, polvorones, turrones y todos los -ones que se nos ocurran. Regalos y más regalos, ¡si todos los años son los mismos! Cremas, perfumes, bufandas, juguetes, móviles y todas la chorradas inútiles que se nos ocurran. Felicitaciones y más felicitaciones, ¡si todos los años nos decimos lo mismo! "Feliz Navidad", "Feliz Año Nuevo", "¡Ay! No nos ha tocado la lotería, pero tenemos salud", "A ver si el año que viene mejora la cosa" y todos esos blablablá que suenan a chicle mascado. Modelitos y más modelitos, ¡si todos los años acaban siendo primos hermanos a los del año pasado y a los del anterior y a los del anterior! El de Noche Buena más sencillo, el de Noche Vieja con sus lentejuelas y sus bragas rojas, que esa noche, y nunca mejor dicho, hay que llevar más brillos y adornos que un árbol de Navidad. Y deseos y más deseos, y buenos propósitos y más buenos propósitos. Y una acaba agotada.

Y es que parece que con la llegada de la Navidad y del Nuevo Año tenemos la necesidad de romper con los malos hábitos y las malas vibraciones que nos rodean, como si tuviésemos que hacernos una purga de los chacras. Que si voy a dejar de fumar y a beber menos alcohol, que si voy a hacer dieta y a apuntarme al gimnasio, que si este año me aprieto el cinturón y ahorro sí o sí. Y nos hacemos una lista enorme de cosas que cuando llega el veintiocho de febrero, la mitad ni las hemos intentado empezar a hacer y la otra mitad se nos han olvidado. ¡Seamos serios! Estos propósitos los hacemos porque es lo que queda bien decir y porque mola mogollón inventarnos una versión 2.0 de nosotros mismos, mejorada y satisfactoria, pero que no es real y nunca lo va a ser. Así que mejor los tachamos de la lista y pensamos en lo que de verdad queremos hacer, en lo que de verdad queremos ser.

Y este ejercicio no obligado de mejora lo deberíamos hacer todos los días del año y no esperarnos al día uno, al kilómetro cero o a que nueve planetas se alineen con el Sol. Todos los días, tras mirarnos al espejo cada mañana para comprobar que nuestras orejas, ojos y morros siguen en el mismo sitio de siempre, deberíamos continuar echándonos un vistazo hacía el interior para también ver qué tal estamos. Cambiar las obligaciones por pasiones, los "tengo que" por "quiero". Ser más imperfectos, más locos. Vaciar el recipiente de nuestros miedos. Darle prioridad a los olores, sabores y sonidos que nos rodean. Vivir los nuevos amores como si fuesen cuentos de hadas y cuando acaben ser capaces de cerrar el libro y empezar con un nuevo cuento, sin dramas. Ser más sinceros. No darle importancia al "qué dirán" sino al "qué diré", no darle importancia al "qué será" sino al "qué quiero ser". Saber reconocer nuestras propias virtudes y nuestros propios defectos. Dejar de mirar de medio lado y sonreír de frente. Sentirnos orgullosos de lo que somos y darnos palmaditas por las noches para seguir así. Recordar que la vida es bella. Jamás detenerse, siempre avanzar. Estar atentos al presente, sin dejar que el pasado nos distraiga.

Y es que ésta es una de las cosas que más nos cuesta, romper con el pasado. Y romper con el pasado no significa olvidarlo, pero hay que ponerlo en su sitio. Para que puedan entrar cosas bonitas a nuestras vidas tenemos que dejarles sitio, hacerles un hueco. No podemos vivir de una gloria pasada, ya nos hizo vivir nuestro momento de felicidad, ahora hay que ir a por otros logros. No podemos vivir sumidos en una derrota pasada, ahora tenemos que ir a ganar nuevas batallas. No podemos mantener vivos a los muertos como si fuesen zombies.

¡¡¡Feliz Navidad a tod@s!!!